viernes

Sopa de tomate con chile pasilla


Una buena sopa siempre es reconfortante.

Se pelan unos tomates chontos bien maduros y  frescos, los chiles se ponen a hidratar en algo de caldo tibio por un rato (si no les gusta taaan picante, retiren las semillas antes), se corta cebolla en cubos, se pelan ajos y se pone a sofreír todo en una cantidad más bien generosa de mantequilla.  Siempre primero la cebolla con los ajos y una pizca de sal, cuando ya estén trasparentes, el resto.

Luego se le puede poner una tapa, sobretodo para que los tomates suelten todos sus jugos.  No lo sobre-cocinen, entre 5 y 10 minutos será más que suficiente.  Luego, a la licuadora con un poco de caldo de vegetales, si no tienen a la mano, agua estará bien.  No le pongan en exceso, esta sopa es ideal un poco espesa y cremosa.

Es bueno colarla para eliminar los residuos de la piel del chile y las semillas. Después, de nuevo a la olla, en fuego bajo vamos a ajustar la sazón, ahora si sal suficiente, pimienta, algo de azúcar morena o panela rayada para balancear la acidez del tomate y darle unas notas dulces que irán fantásticas con el picante.

Es mejor no dejarla hervir para conservar al máximo el sabor, la textura y los nutrientes.

Previamente, pasen una pechuga de pollo por la parrilla, sin sobre cocinarla, sólo necesitará sal y pimienta.  Luego la cortan en cubos, de igual forma el queso costeño (bajo en sal), o pueden poner queso paipa, o cualquier queso fresco o semi-fresco.  Esta será la guarnición.  Para servir, pongan la sopa, un poco del pollo y el queso, un poco de crema de leche y abundante perejil fresco picado.  A disfrutar!

jueves

A veces lo improvisado sale genial


Hoy tuve que improvisar algo rápido para el almuerzo y resultó en esto!


El risotto de coliflor, en realidad no es un risotto... sólo se me antojó ponerle así por el aspecto.  Lo primero es poner un  poco de agua con leche a calentar, media cebolla, un ajo apenas entero y el coliflor limpio en pedazos, tratando de que no queden los tallos.  Sal y pimienta.  No hay necesidad de moverlo como el risotto, pero si necesita un tiempo tranquilo de cocción para que absorba los sabores, mientras se va reduciendo el líquido.  Cuando esté suficientemente blando como para partirlo suavemente con la cuchara, se agrega crema de leche y bastante queso parmesano.  Ahora si conviene bajar mucho el fuego y revolverlo para que el parmesano se disuelva.  Esperar hasta que tenga una consistencia muy cremosa, revisar la sal y servir.

La ensalada, pues... simplemente alcachofas conservadas en aceite (se consiguen en cualquier supermercado), bien escrurridas en trozos, huevos de codorniz cocidos y partidos en mitades, el queso costeño se dora en la misma parrilla donde se va a grillar la carne, sin ningún aditamento y se corta en cuadros, el pimentón se pone a quemar directo en la hornilla, se pela y se corta en cuadros también (reserven la mitad para el chimichurri).  Esta ensalada es tan sabrosa que sólo requiere sal, pimienta y un poco de aceite de oliva... nada más.

El lomo a la parrilla no tiene ciencia, lo que si tiene ciencia es comprar carne de buena calidad y madurada, la diferencia es toda y basta con ponerle sal y pimienta.

Y finalmente el chimichurri... encontrarán millones de recetas de esto, hay gente demasiado purista con el asunto... mi consejo: déjense llevar.  Lo más simple es ni siquiera pensar en medir nada.  Coger un buen ramillete de perejil liso, lavarlo, sacar las hojas y ponerlas en el vaso del procesador, agregar un poco de vinagre, el pimentón ahumado que reservamos, aceite suficiente (en la proporción siempre será más aceite que vinagre), yo le puse hoy peperonchino para darle un poco de picor, sal y pimienta.  Procese todo y pruebe, ahí sabrá si le falta aceite o sal o lo que sea...  si quiere darle un toque más pampero, póngale orégano y ya está.

Buen provecho!


martes

Changua!


La changua es una preparación típica Bogotana. Mi madre la preparaba al desayuno los fines de semana. Aunque algunos piensen que es una aberración (porque se trata básicamente de una sopa de leche con huevos) en realidad es deliciosa, sobretodo al estilo de mi madre:

En una olla se pone a calentar un poco de agua con cebolla larga picada finamente y algo de sal. Agregue papas en española y deje cocer hasta que estén casi listas. Se agrega leche y cuando empiece a hervir, se baja el fuego para lograr el punto mijoter (es como un casi hervor muy suave). Ahora es momento de agregar los huevos para pocharlos en el caldo. A veces se pegan así que, si quiere, puede pocharlos aparte y agregarlos al final. Verifique la sal.

El servicio es esencial en el éxito de una buena changua. En el plato ponga cubos de queso campesino y pan o almojábanas en trozos. Sirva algunas papas, uno o dos huevos, agregue el caldo caliente y bastante cilantro fresco picado.

Arroz con verduras al wok



Cocinar en el wok es lo máximo: rápido y delicioso. Se puede tener el arroz listo y congelado para usarlo en cualquier momento y hacer todo tipo de preparaciones (no sólo orientales): ponga algo así como un pocillo de arroz en al menos 8 pocillos de agua en ebullición y déjelo cocinar por 12 minutos (sin sal ni aceite), luego páselo por agua fría en un colador, escúrralo y extiéndalo en una bandeja. Listo para congelar o para refrigerar y usar.

De ahí en adelante, hay que examinar la nevera y picar los vegetales en brunoise o en julianas muy parejas, para que todo se cocine igual. En este caso cebollas, pimentones, champiñones, jengibre y un poco de cilantro. El wok debe estar muy caliente, se adicionan los vegetales en orden de cocción, es decir, los que se demoran más de primero. Luego el arroz, se sofríe por unos momentos hasta que se calienta y empieza a impregnarse de los demás sabores y finalmente se le agrega la soya y/o cualquier otra salsa. En el caso de la soya, el color que toma el arroz le dirá cuando está a punto, si se oscurece demasiado... uppss.... es porque quedó salado!

Hay que preparar de a pocos, máximo dos porciones a la vez. Al final, un poco de ajonjolí le dará un toque coqueto y sabroso para servir.

miércoles

Ensalada de peras asadas


Las peras son geniales. Hay dos formas de asarlas, en el horno o en el fogón. Como mi horno está enfermo hace días, pues... en el fogón.

Primero, pelar las peras... hace ya días compre una cuchara parisien, es genial para quitarles el corazón. Se deben cortar en láminas gruesas. Ponemos la sartén con suficiente aceite de oliva extra-virgen. Cuando esté tibio empezamos a poner las peras. Agregamos pimienta en cantidad. Y de nuevo el toque dulce, panela rallada (en su defecto azúcar), esto ayudará con el sabor, pero también con la caramelización. Las peras se irán dorando como papas fritas. Mantengamos el fuego bajo para que se cocinen y absorban todo el sabor de la oliva. Se les va dando vuelta para que se doren por todas partes. Cuando están listas, se dejan enfriar.

Para la ensalada, simplemente algunas hojas de lechuga, lisa, crespa, romana... cortadas rústicamente, láminas de pepino cohombro súper delgadas, las peras en julianas y una reducción de balsámico.

PD/ No desperdicien el residuo de aceite en la sartén, está deliciosamente impregnado de pera. Úsenlo como yo para asar un hermoso filete de trucha.

Crema de auyama mantequilla


Una de mis favoritas, junto con la de zanahoria.... El secreto de una maravillosa crema está principalmente en el ingrediente. Si este tiene la propiedad espesante en sí mismo, es de lo mejor.

En principio buscamos una auyama mantequilla (así se les dice aquí a las que son pequeñas y tienen forma como de pera) fresca y pequeña, mejor varias pequeñas que pocas grandes. Se pela, se despepa y se corta en cubos parejos. Y aquí el secreto, poner una olla con generosa mantequilla (de vaca) y ponga los cubos, en fuego bajo, deles vuelta para que todos se impregnen. Agregue un poco de jengibre rallado, unos ajos pelados, sal y un toque dulce, ojalá panela rallada, pimienta que no puede faltar. Tápelo un rato y olvídese del asunto. En un rato regrese a darle vuelta. Cuando sienta que los cubos están blandos es el momento de agregar líquido, poco líquido (según el espesor que le guste), una mezcla de agua y leche estará bien. Licue todo. No necesita colarse, el color es increíble y el sabor...*suspiro*. Vuelva al fogón y no olvide revisar la sal.

Para la guarnición, es una sopa polifacética: Con ají en hojuelas y algo de crema. Con tocineta deshidratada y pulverizada. Con un pesto de cilantro. Con queso costeño en pequeños cubos. Con crocantes de queso parmesano o provolone... Con huevo de codorniz frito.

jueves

Carne con champiñones y pico de gallo


Llegar a casa de noche, con lluvia y cansada, es el escenario perfecto para esta preparación.


Para el pico de gallo, cebollas y tomates en cubos pequeños, bastante cilantro picado, sal, pimienta, un poco de vinagre blanco o limón y dejen que se marine un rato antes de hacer nada más. Luego, una simple crema agria: batan un poco de crema de leche y vayan agregando algunas gotas de limón hasta que tenga la acidez que les guste, agreguen sal y pimienta, batan solo un poco más. Corten unas hojas de lechuga en julianas muy delgadas, coloquen encima el pico de gallo y coronen con la crema.

En seguida cortar en cubos un poco de carne (yo usé centro de pierna ,era lo único disponible en mi nevera) y algunos champiñones en láminas. En una sartén muy caliente, doren los cubos con muy poco aceite, apenas les den vuelta, agreguen los champiñones. No lo muevan, ellos solos empezarán a soltar sus jugos, agreguen sal y pimienta, denle una vuelta. Pongan un poco de líquido: vino, cerveza, tequila... lo que tengan a mano, en su defecto, agua. Una cucharada de pasta de tomate y paprika. Déjenlo cocer y reducir hasta que tenga consistencia. Corrijan sal y pimienta y al plato.

Cuando coman, vayan mezclando la salsa de la carne con la marinada de la ensalada y la crema... mmmhhh...!