miércoles

Crema de auyama mantequilla


Una de mis favoritas, junto con la de zanahoria.... El secreto de una maravillosa crema está principalmente en el ingrediente. Si este tiene la propiedad espesante en sí mismo, es de lo mejor.

En principio buscamos una auyama mantequilla (así se les dice aquí a las que son pequeñas y tienen forma como de pera) fresca y pequeña, mejor varias pequeñas que pocas grandes. Se pela, se despepa y se corta en cubos parejos. Y aquí el secreto, poner una olla con generosa mantequilla (de vaca) y ponga los cubos, en fuego bajo, deles vuelta para que todos se impregnen. Agregue un poco de jengibre rallado, unos ajos pelados, sal y un toque dulce, ojalá panela rallada, pimienta que no puede faltar. Tápelo un rato y olvídese del asunto. En un rato regrese a darle vuelta. Cuando sienta que los cubos están blandos es el momento de agregar líquido, poco líquido (según el espesor que le guste), una mezcla de agua y leche estará bien. Licue todo. No necesita colarse, el color es increíble y el sabor...*suspiro*. Vuelva al fogón y no olvide revisar la sal.

Para la guarnición, es una sopa polifacética: Con ají en hojuelas y algo de crema. Con tocineta deshidratada y pulverizada. Con un pesto de cilantro. Con queso costeño en pequeños cubos. Con crocantes de queso parmesano o provolone... Con huevo de codorniz frito.

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